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Nutrición y entrenamiento para personas con diabetes

El ejercicio y una nutrición balanceada son fundamentales para una vida saludable. Previenen comorbilidades, obesidad y enfermedades asociadas al sedentarismo y mala alimentación, tal como la diabetes mellitus (DM). Por lo que es importante hablar de la nutrición y entrenamiento para personas con diabetes.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía [INEGI] (2021), en nuestro país poco más de la cuarta parte de la población mayor a 60 años, padece de diabetes. Una enfermedad que puede ser controlada con ejercicio y alimentación. A pesar de esto, “en 2020, 151,019 personas fallecieron a causa de la diabetes mellitus, lo cual equivale a 14 % del total de defunciones (1,086,743) ocurridas en México”. (INEGI, 2021)

El tipo más común de esta afección, diabetes mellitus tipo 2 (DM2), está íntimamente relacionada con la epidemia del XXI, el sedentarismo (Fernández, 2016), la cual solo se acrecentó debido a la COVID-19. Por lo que nuestro país y el mundo, está lidiando con enfermedades crónicas que vulneran a la población en general.

La buena noticia es que los tipos más conocidos de diabetes mellitus son controlables. Brindando a los afectados una buena calidad de vida si la nutrición y la actividad física forman parte de su rutina diaria.

En este sentido, hablemos de la nutrición y el ejercicio físico que la diabetes tipo 2 (DM2) y la diabetes tipo 1 (DM1) requieren, según las características propias de cada una.

Diabetes mellitus tipo 2 (DM2)

Según la Organización Mundial de la Salud [OMS] (2012), el 90 % de los casos mundiales de diabetes son tipo 2, no insulinodependiente o de inicio en la edad adulta. Por lo que la actividad física es un tratamiento eficaz, seguro y agradable. El cual debe ir acompañado con la nutrición y, si el médico lo precisa, un tratamiento farmacológico.

¿Por qué se recomienda la actividad física en personas con diabetes?

A diferencia de DM1, para las personas que padecen DM2, en casi todos los casos, es seguro realizar actividad física. Debido a las características de la enfermedad, incluso con una semana de entrenamiento aeróbico, los pacientes pueden mejorar la sensibilidad a la insulina en todo el cuerpo. (Fernández, 2016, p. 135)

Esto debido a que la patología de la DM2, según los médicos, no se centra en la capacidad secretora de insulina. Sino en la posibilidad de las células musculares para responder a la insulina, en el transporte de glucosa desde la sangre a través de transportadores de glucosa, sobre todo la llamada Glut4.

Por lo que “realizar ejercicio físico frecuentemente aumenta los niveles de la proteína transportadora Glut4, observándose cambios a nivel molecular no solo a nivel del receptor de insulina, sino también en el camino de señalización intracelular” (Kirwan & del Águila, 2003, citado por Fernández, 2016, p. 135).

Dando como resultado, la nutrición y entrenamiento para personas con diabetes es un control de glucosa y prevención de enfermedades producto de DM2.

Programa de entrenamiento recomendado para personas con diabetes tipo 2

La planificación de los programas de entrenamiento es fundamental para prevenir factores de riesgo ocasionados a raíz de la enfermedad y mejorar la calidad de vida. A pesar de ello, es importante recalcar que la nutrición y entrenamiento para personas con diabetes debe acompañarse de la mano de un profesional. Evitando riesgos para los pacientes, sobre todo aquellos propensos a sufrir una enfermedad cardiovascular, o cualquier otra sintomatología producida por la diabetes. Dentro de estos estudios preliminares, se debe tomar en cuenta la edad del paciente y el nivel de condición física anterior, evitando así lesiones o complicaciones.

Teniendo esto en cuenta, los estudios indican que el ejercicio aeróbico, el de fuerza y la combinación de ambos, muestran mayor eficacia en el control glucémico. Tanto en entrenamiento a largo plazo, como en las 24 y 48 horas post entrenamiento. (Quílez & Reig, 2015)

En este sentido, un programa de entrenamiento para lograr el correcto control glucémico para DM2, debe de consistir en:

  1. Combinación de ejercicios aeróbicos, tales como correr, nadar o andar en bici. Con ejercicios de fuerza, como semi sentadillas, saltos a pies juntos, entre otros.
  2. Frecuencia que alcance los 150 minutos por semana.
  3. En intensidad moderada.
  4. Con un intervalo no mayor a 48 h entre sesiones.

Estrategias nutricionales en sinergia con el acondicionamiento físico

A pesar de que los requerimientos de ingesta de algunos alimentos puedan ser similares, un plan alimenticio siempre debe crearse de manera personalizada. Tomando en consideración la edad, el género, la actividad física, las comorbilidades, la situación económica y los alimentos disponibles. (Pérez-Cruz, et al., 2019)

Tomando estas precauciones en cuenta, una de las principales recomendaciones es la disminución de la ingesta calórica. Sobre todo de hidratos de carbono refinados y grasas trans, con el fin de disminuir el riesgo de otras enfermedades. En este sentido, los pacientes con obesidad deben basar su dieta en frutas y verduras, grasas poli y monoinsaturadas. Evitando ante todo las grasas trans.

Además de añadir alimentos altos en micronutrientes, como en la dieta mediterránea y la dieta DASH. Esta última corresponde a las siglas en inglés de Enfoques Alimentarios para Detener la Hipertensión (Dietary Approaches to Stop Hypertension). Dieta basada en alimentos bajos en sal y alta en frutas, vegetales, granos integrales, lácteos bajos en grasas y proteínas magras.

En términos básicos, y teniendo en cuenta la necesaria implicación de un especialista en la dieta, la alimentación idónea para pacientes con DM2 debe seguir las recomendaciones de la siguiente tabla comparativa:

Nutricion y entrenamiento para personas con diabetes
(Pérez-Cruz, 2020)

Nutrición y entrenamiento para personas con diabetes tipo 1

El ejercicio y la nutrición en personas con DM1 es una historia totalmente distinta, ya que las diferentes formas de ejercicio y las variables pueden influir en la glucemia durante el acondicionamiento físico. Por lo que se requiere una vigilancia adicional antes, durante y después de la actividad física, así como nutrimentos adicionales y un manejo conservador de las dosis de insulina. (Rodríguez, 2017)

En este sentido, los estudios ponen especial hincapié en el necesario conocimiento de cómo se conservan las reservas de glucógeno en el hígado y los músculos, ya que estos determinan “cómo la sangre los niveles de glucosa responden al ejercicio”. (Rodríguez, 2017, p. 42)

Por ello, una persona que padece DM1 que práctica ejercicio con regularidad, debe de consumir una adecuada cantidad diaria de hidratos de carbono (HC). Así como adaptarla según el momento en que realiza ejercicio. Si además de lo anterior, la persona diabética realiza un entrenamiento deportivo, requiere además una ingesta de HC entre sesiones, para restaurar los depósitos de glucógeno y evitar hipoglucemia.

Rodríguez (2017) indica el porcentaje recomendado de HC, para una persona con DM1 que practique diversas intensidades físicas:

En una persona con DM1 que realiza una actividad recreacional tres veces a la semana resulta adecuado un aporte diario de HC de 3g/kg/día; una persona con DM1 que practique ejercicio moderado 1 h por día debería consumir 4-6 g/kg/día de HC; y los deportistas con DM1 que realizan entrenamientos intensos durante 1-3 h al día debería aumentar a 6-10 g/kg/día.

(p. 42)

Por lo que mantener una vigilancia constante acerca sobre la glucemia antes, durante y después de un esfuerzo físico, es fundamental para que las personas con DM1 no sufran las repercusiones. De igual manera, racionalizar la dosis de insulina; pero es muy importante hacerlo de la mano de un experto.

Ejercicio y niños y adolescentes con DM1

El tipo 1 de diabetes mellitus, suele aparecer en etapas tempranas del desarrollo, por lo que es importante puntualizar algunas recomendaciones que los estudios brindan sobre ello.

Frente a los adolescentes que practican deporte y niños con actividad física espontánea, es importante chequear la glucemia en cada uno de los casos, buscando siempre su balance. En el caso de los adolescentes se recomienda una planificación del descenso de dosis de insulina, más que incrementar la carga de HC con la consecuencia carga calórica. (Rodríguez, 2017, p. 46)

En el caso de actividad física espontánea, se recomienda que siempre se carguen colaciones ricas en HC, tales como barras de cereal, que ayuden a los infantes a nivelar su glucemia.

Pero recordemos que adolescentes y niños que practican actividades físicas, no solo influyen positivamente en su desarrollo psicosocial, sino que esta actividad intermitente ayuda a mantener la glucemia más estable que las actividades prolongadas y de moderada intensidad, asevera Rodríguez (2017).

Conclusiones

La diabetes mellitus 1 y 2 son enfermedades crónicas que no distinguen edad y género, teniendo consecuencias fatales si no se controlan factores de riesgo como la obesidad. Y sin duda, para los dos tipos de diabetes que se abordaron en este artículo, la nutrición y entrenamiento para personas con diabetes es fundamental para balancear los niveles de glucosa en la sangre.

A pesar de ello, y como debe de tratarse con cualquier enfermedad, el ejercicio físico debe de ser llevado a cabo con precauciones, tomando en cuenta factores de riesgo, para prevenirlos.

De igual manera ocurre con la nutrición, la alimentación saludable es un requerimiento inamovible para asegurar una mejoría en el paciente, pero los planes alimentarios deben de ser creados a medida del sujeto en cuestión. Asegurando una pronta efectividad acorde al contexto único de cada persona con DM2 y DM1.

En resumen, el ejercicio y la alimentación es fundamental para personas que padecen diabetes, pero debe de hacerse en compañía de un experto, agenda tu cita con nuestros expertos en Human System.

L.N. Antonio González

Director General

Bibliografía

Baños, R. (2015). Prescripción del ejercicio físico en sujetos con diabetes mellitus tipo 2 y diabetes gestacional (Prescription of exercise in subjects with type 2 diabetes mellitus and gestational diabetes). Retos: Nuevas Tendencias en Educación Física, Deportes y Recreación, 29, 134-139.

Farías, T. A. Y., Santos-Lozano, A., Urra, P. S., & Cristi-Montero, C. (2015). EFFECTS OF TRAINING AND DETRAINING ON GLYCOSYLATED HAEMOGLOBIN, GLYCAEMIA AND LIPID PROFILE IN TYPE-II DIABETICS. Nutricion Hospitalaria, 32(4), 1729-1734.

INEGI (2021). Estadísticas a propósito del día mundial de la diabetes (14 de noviembre) |

Llopis, P. Q., & García-Galbis, M. R. (2015). [Glycemic control through physical exercise in type 2 diabetes systematic review]. Nutricion Hospitalaria, 31(4), 1465-1472.

Pérez-Cruz, E. (2020, 22 junio). Estrategias nutricionales en el tratamiento del paciente con diabetes mellitus.

Rodríguez, M. (2017). Nutrición y ejercicio en las personas con diabetes | Revista ALAD. (s. f.).

Importancia del magnesio

Importancia del magnesio en la dieta humana

Sin duda, el consumo de los minerales en la dieta habitual es muy importante para nuestra salud, estos son indispensables para mantener diversas funciones de nuestro cuerpo, desempeñando un papel crucial en el metabolismo, crecimiento y desarrollo. Si hablamos de macrominerales (aquellos que están presentes en mayores cantidades en el organismo), los más importantes son el calcio, magnesio, sodio y potasio. En este blog nos centraremos a conocer más sobre los beneficios del magnesio, el cual nos ayuda regulando la función del sistema músculos, el sistema nervioso, los niveles de azúcar en la sangre, la presión sanguínea, la producción de huesos y hormonas, entro otros muchos beneficios.

¿Para que sirve el magnesio?

El magnesio es considerado como un macromineral, ya que es requerido en mayores cantidades en el cuerpo. Este mineral es responsable de más de 300 reacciones enzimáticas en el organismo; el magnesio es el segundo catión (ion con carga eléctrica positiva) intracelular más abundante, se encuentra principalmente dentro de la célula donde actúa como un contador para el ATP (trifosfato de adenosina) y los ácidos nucleares. Alrededor de la mitad del magnesio de nuestro cuerpo lo encontramos en los huesos, así como en el resto de los tejidos corporales; es un mineral imprescindible para la construcción del ADN, está estrechamente involucrado en el mantenimiento del balance iónico celular, mientras que nuestros músculos y nervios también lo necesitan para funcionar de manera adecuada. La única fuente de obtención de magnesio que tenemos los seres humanos es por medio de la ingesta alimenticia y/o en su defecto, por medio de suplementación alimenticia.

Alimentos que contienen Magnesio

Como lo mencionamos en el apartado anterior, la fuente principal para la obtención de magnesio es la ingesta de alimentos ricos en este mineral, por lo que es muy importante conocer cuáles son aquellos que debemos consumir de manera regular para poder cubrir las necesidades diarias que tiene nuestro cuerpo y sus funciones para evitar un déficit en este elemento. La principal fuente de magnesio podemos encontrarla en plantas y alimentos de origen vegetal como:

  • La mayoría de los vegetales verdes (como espinacas)
  • Nueces y otros frutos secos leguminosos (semillas de sésamo y de girasol, almendras, avellanas, pistache, etc.)
  • Legumbres frescas (soja, garbanzos, lentejas y alubias)
  • Granos y cereales integrales (levadura, germen de trigo, arroz y mijo)
  • Otra fuente moderadamente buena de magnesio son los mariscos y algunos productos lácteos.

Es muy importante considerar que el estrés, consumo de alcohol, ingesta elevada de calcio, proteínas y vitamina D aumentan el requerimiento diario de magnesio en nuestro organismo.

Funciones del Magnesio

Como bien lo comentamos, el magnesio está relacionado con más de 300 reacciones bioquímicas de nuestro cuerpo, además de estar involucrado en el metabolismo energético, utilización de la glucosa, síntesis proteica, síntesis y degradación de los ácidos grasos, la contracción muscular, las reacciones hormonales y en todas de la ATP. Algunas de las funciones principales del magnesio en nuestro organismo son las siguientes:

  • Cumple varias funciones intracelulares, entre las que se encuentran estabilizar las enzimas en varias reacciones que generan ATP, antagoniza el calcio en la contracción muscular, modula la señal celular de la insulina y es importante para la adhesión celular y el transporte de membrana.
  • Es el componente esencial del tejido óseo y forma la estructura del hueso.
  • Participa en el metabolismo de los componentes del alimento y en la síntesis de muchos productos metabólicos.
  • Desempeña una función importante en el ADN.
  • Ayuda en la síntesis de ácidos grasos y proteínas.
  • Participa en la actividad neuromuscular.
  • Mejora la sensibilidad a la insulina
  • Ayuda en la contracción muscular y la coagulación sanguínea.
  • Esencial para el crecimiento.
  • Ayuda a mantener en buen estado tanto las células como los tejidos del cuerpo.
  • Ejerce un efecto protector sobre el corazón.

Como podemos observar, el consumo adecuado de magnesio es indispensable para el óptimo funcionamiento de prácticamente todas las funciones de nuestro cuerpo, por lo que es muy importante estar al pendiente de los síntomas que podrían indicarnos una deficiencia de magnesio.

Deficiencia de Magnesio

Cuando tenemos deficiencia de magnesio en el organismo podemos detectarlo con estudios de laboratorio en sangre, pero es muy importante estar pendientes de los signos de alarma que podrían referirnos que nos hace falta su consumo. Enfermedades renales, diarreas crónicas, enfermedades hormonales, edad avanzada o el alcoholismo, pueden promover el déficit de magnesio en el cuerpo; presentándose algunos de los siguientes síntomas:

  • Anormalidades cardiovasculares
  • Irritabilidad
  • Tensión nerviosa
  • Estrés
  • Nerviosismo
  • Calambres
  • Tensión muscular
  • Problemas del sueño
  • Dolor de cabeza
  • Fatiga
  • Debilidad
  • Pérdida del apetito
  • Náuseas y vómito

Si bien, la mayoría de las personas con déficit de magnesio no presentan síntomas al principio (generalmente la sintomatología se presenta cuando los niveles ya son muy bajos), es importante estar al pendiente de su adecuado consumo y/o en su caso una suplementación alimenticia (siempre acompañada de un especialista); lo anterior, para garantizar que todas las funciones de nuestro cuerpo se lleven a cabo de la manera adecuada.

Conclusiones

  • El magnesio es un macromineral muy importante para el funcionamiento de nuestro organismo, ya que influye en nuestras células, favoreciendo en la formación y funcionamiento de los huesos, sistema muscular, sistema cerebrovascular; además de que nos ayuda a controlar los niveles de glucosa, de calcio, el asma, problemas cardiovasculares, regular nuestros niveles de sueño, nuestras emociones, regula el estrés, la depresión y la ansiedad.
  • El magnesio está íntimamente relacionado con el metabolismo del potasio y el calcio dentro del organismo, además de desempeñar un papel crucial en el metabolismo, crecimiento y desarrollo.
  • La única fuente de obtención de magnesio que tenemos es por medio de la alimentación y/o la suplementación alimenticia, es por eso por lo que es sumamente importante que busquemos consumir la cantidad adecuada de vegetales verdes, leguminosas, semillas, cereales, frutos secos y otras fuentes de este mineral para asegurar los niveles óptimos.
  • El magnesio está relacionado con más de 300 reacciones bioquímicas de nuestro cuerpo, además de estar involucrado en el metabolismo energético, utilización de la glucosa, síntesis proteica, síntesis y degradación de los ácidos grasos, la contracción muscular, las reacciones hormonales y en todas de la ATP.

Recuerda que para Human System es muy importante que estes bien informado, si requieres conocer más de algún suplemento o cómo tomarlo, haz clic en el siguiente enlace donde un especialista se pondrá en contacto para brindarte una asesoría gratuita sobre el suplemento idóneo de acuerdo con tus objetivos.

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Mtra. Ana Cortés

Gerente de Contenidos

Referencias

Aranda, P., Planells, E., & Llopis, J. (s.f.). Magnesio.

Baca-Ibañez, S. Y., Ríos-Paico, P. E., & Rojas-Naccha, J. C. (2015). Importancia del Magnesio en la Dieta Humana.

Blumberg, E. S., Izaguirre, A., & Severino, P. (1993). Magnesio. Actualidad de una antigua terapéutica. Revista Argentina de Cardiología.

Para que sirven los Omega 3

Muchas veces hemos escuchado de alguna persona cercana consejos referentes al consumo de Omega 3… “debes comer salmón porque tiene omega 3” “el omega 3 ayuda para el corazón” “las nueces son buenísimas para bajar el colesterol” … estas creencias populares tienen soporte científico, que hoy en día tanto médicos como nutricionistas utilizan como base para recomendar el consumo de este.

Omega 3 qué es…

El omega 3 es un tipo de grasa polinsaturada que el cuerpo no produce por sí solo, considerado como un ácido graso esencial, conocemos diferentes formas en que esta grasa está presente en el organismo y son el ácido alfa linolénico (ALA), el ácido eicosapentanóico (EPA) y el ácido docosahexanoico (DHA).

Ventajas de consumir Omega 3

Los ácidos grasos Omega 3, nos aportan muchos beneficios cuando los integramos en los alimentos que consumimos, entre las ventajas que obtenemos con su consumo están:

  • Previene enfermedades cardiovasculares
  • Previene cáncer de colon
  • Previene enfermedades inmunológicas
  • Ayudar al desarrollo del cerebro
  • Cuida la retina
  • Tiene un efecto antinflamatorio.

Es muy importante conocer los alimentos que contienen Omega 3 para incluirlo en nuestra dieta, ya que como bien lo comentamos, el cuerpo no puede sintetizarlo por sí solo, así que debemos obtenerlo de manera exógena. Las formas EPA y DHA de este ácido graso se pueden encontrar en los aceites de pescados como el salmón, atún, sardinas; también podemos obtenerlos consumiendo algunos tipos algas. En cuanto a la forma ALA, la podemos obtener con el consumo de algunos aceites vegetales, chía, nueces, cacahuates y aceitunas.

Los ácidos grasos Omega 3, tienen diferentes mecanismos de acción dentro de nuestro cuerpo, lo que hace que sean tan benéficos para la salud, forman parte de la membrana celular e influyen en su permeabilidad, la mayor concentración de estas grasas polinsaturadas se alberga en los tejidos de la retina, corteza cerebral y en menor concentración en el tejido adiposo, hepático y muscular.

Qué beneficios tienen los Omega 3

Si bien, comentábamos que el Omega 3 ayuda en las funciones cerebrales, a la retina, ayuda a combatir enfermedades del corazón y tiene un efecto antinflamatorio, no son todos los beneficios que aporta este nutriente, por lo anterior, enlistaremos algunos de las ventajas que tiene su consumo en la dieta o en su defecto, por medio de la suplementación nutricional:

  • Ayuda a regular la coagulación
  • Mejora los procesos cerebrales
  • Ayuda a prevenir y combatir alergias
  • Disminuye el estrés
  • Ayuda a disminuir los malestares premenstruales
  • Nos ayuda a combatir el asma
  • Es benéfico para disminuir la depresión
  • Mejora la función cardiaca
  • Regula la presión arterial
  • Ayuda en la disminución del colesterol LDL y los triglicéridos
  • Combate enfermedades inflamatorias
  • Nos ayuda en la pérdida de peso
  • Repara el sistema inmune

Si bien, el consumo de Omega 3 es indispensable en la dieta, también es importante considerar que algunos tipos de pescado que es la principal fuente de la que normalmente consumimos este nutriente, podrían contener sustancias nocivas como el mercurio y dañar nuestra salud (Riesgo a la salud humana por exposición al mercurio a través del consumo de pescado), es por eso que a pesar de los beneficios que nos aporta, muchos médicos recomiendan limitar su consumo y por ende, consumir con suplementación adicional los ácidos grasos EPA, DHA y ALA.

Conclusiones

  • Los ácidos grasos Omega 3 son grasas polinsaturadas que el cuerpo no produce por sí solo, se encuentran presentes en el organismo como ácido alfa linolénico (ALA), ácido eicosapentanóico (EPA) y ácido docosahexanoico (DHA). Las ventajas que obtenemos con su consumo son la prevención de enfermedades cardiovasculares, cáncer de colon, y enfermedades inmunológicas entre otras; además de ayudar al desarrollo del cerebro, la retina y tener un efecto antinflamatorio.
  • Las formas EPA y DHA de este ácido graso se pueden encontrar en los aceites de pescados como el salmón, atún, sardinas; también podemos obtenerlos consumiendo algunos tipos algas. En cuanto a la forma ALA, la podemos obtener con el consumo de algunos aceites vegetales, chía, nueces, cacahuates y aceitunas.
  • Algunas tendencias indican que la suplementación con omega 3 podría ser una buena opción para obtener los efectos benéficos, sin el riesgo de consumir sustancias dañinas encontradas en los pescados.

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Referencias

Castellanos y Rodriguez, L. y. (15 de 12 de 2014). Revista chilena de nutrición. Obtenido de https://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0717-75182015000100012&script=sci_arttext

Castro-GonzÁlez, M. I. (14 de 02 de 2002). Interciencia. Obtenido de http://ve.scielo.org/scielo.php?pid=S0378-18442002000300005&script=sci_arttext

Coronado HM, Vega LS, Gutiérrez TR, et al. Los ácidos grasos omega-3 y omega-6: Nutrición, bioquímica y salud. Rev Educ Bioquimica. 2006;25(3):72-79.

Nutrición y tipo de entrenamiento para mujeres con SOP (Síndrome de Ovario Poliquístico)

El entrenamiento y el ejercicio son necesarios para mantenernos saludables. Hacer deportes, ir al gimnasio y tener una buena suplementación es una buena forma de conseguirlo tanto para hombres como para mujeres. En el caso de estas últimas, el entrenamiento las ayuda a incrementar el metabolismo, reducir el porcentaje de grasa en el cuerpo, tener mayor energía durante el día; les proporciona un aumento de la confianza y, por su fuera poco, disminuye el riesgo de padecer algunas enfermedades.

Una buena nutrición, cuando realizamos este tipo de actividades, también es necesaria. Esto es así porque la función de la nutrición, entre otros aspectos, es mantener fuertes y sanos nuestros cuerpos. Gracias a esta, el desgaste en el ejercicio es mucho menor y nuestro rendimiento al entrenar será más efectivo. A veces, se tiene la falsa creencia de que el entrenamiento con pesas no es para mujeres, pero, en realidad, esto es sólo un mito.

Sin embargo, existen situaciones en las que el entrenamiento y la nutrición no se pueden ejercer de forma “normal”. Esto sucede, sobre todo, cuando existen diversas condiciones físicas y fisiológicas que lo impiden. Por supuesto, esto aplica más cuando padecemos algún tipo de patología. Por eso, en este artículo, te hablaremos de una situación específica: la nutrición para el entrenamiento en mujeres que tienen el Síndrome de Ovario Poliquístico.

¿Qué es el Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP)?

El síndrome del ovario poliquístico (SOP) es una afección presentada por algunas mujeres con cambios en los niveles hormonales (estrógenos, progesterona y en menor cantidad, en los andrógenos). El SOP está ligado a cambios que dificultan a los ovarios la liberación de óvulos maduros. Las razones no son claras y se pueden presentar muchos problemas como resultado de este padecimiento.

El 75% de las mujeres hirsutas (con crecimiento excesivo de vello) y en el 10% de las que están en la etapa premenopáusica presentan SOP. Además, debemos estar alertas a la presencia de algunos síntomas más como, por ejemplo, irregularidades menstruales, infertilidad, problemas cutáneos como acné, incluso, puede afectar a la resistencia a la insulina y, por lo tanto, existe el riesgo de generar diabetes. Generalmente cuando hay presencia de ese síndrome, los ovarios muestran un aumento de tamaño y quistes.

En cuanto a la alteración de los ciclos menstruales, suceden debido a que las mujeres con esta condición no liberan óvulos maduros en el momento adecuado (normalmente dos semanas antes de la menstruación). A causa de esto, los ciclos de ovulación puede que no se presenten cada mes y, en algunos casos, generar infertilidad.

Si notas algunos de los síntomas que aquí se mencionan, es recomendable que acudas con tu médico para que te dé un diagnóstico acertado y, en su defecto, puedas seguir un tratamiento.

Prevalencia del SOP

  • La prevalencia de este tipo de enfermedad, es decir, los porcentajes de personas que lo padecen, varía según sea el lugar y el caso del cuál se esté hablando. En el mundo, la prevalencia de este síndrome está entre el 3 y el 21% de mujeres en edad fértil.
  • En México, entre el 6 y el 10% de mujeres padece esta patología; considerada el trastorno endócrino más frecuente en mujeres.  

Comorbilidades asociadas

Antes, se consideraba que esta enfermedad sólo era reproductiva, sin embargo, hoy se sabe que esta afección puede traer consigo otras patologías, sobre todo, trastornos metabólicos:

  1. Resistencia a la insulina: disminuye la capacidad que tiene la insulina para impulsar la obtención de glucosa. Según la “Guía de práctica clínica” del IMSS, entre el 7.5 y el 10% de las pacientes con SOP desarrollan diabetes del denominado tipo 2. Asimismo, entre el 30 y 35% desarrollan intolerancia a la glucosa.
  2. Presencia de obesidad: esta condición también se puede presentar con frecuencia debido a los desajustes hormonales que poseen las pacientes con SOP. Según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social, las mujeres con esta patología tienen una incidencia de obesidad muy alta, más o menos entre el 50 y 75%.
  3. Desarrollo de síndrome metabólico: esta patología puede referirse a varias afecciones, como, por ejemplo, obesidad, hipertensión, resistencia a la insulina, entre otras más. La prevalencia del síndrome metabólico en mujeres con SOP es de entre el 40 y 50%. Algo que cambia radicalmente en mujeres que no tiene SOP, pues se presenta entre el 5 y 10%.

Tratamiento en las mujeres con SOP (Nutrición y Entrenamiento)

Ya hemos visto los síntomas del síndrome de ovario poliquístico, cuál es su prevalencia y algunas de las comorbilidades que puede acarrear. Ahora, en esta parte, es necesario ver qué tratamiento no farmacológico se puede llevar a cabo, para apoyar el que nos recomiende el médico. Por esto, debemos tomar en cuenta los siguientes aspectos:

  • Mediante terapias psicológicas se debe enfatizar la necesidad de tener una vida saludable.
  • Es necesario modificar el estilo de vida y, con esto, incluir una dieta determinada y ejercicio. Sobre todo, si debido al SOP, se desarrolló obesidad. Según las evidencias, las mujeres que disminuyen en un 5 a 10% su peso corporal puede mejorar en el ámbito psicológico, en la fertilidad, en las alteraciones metabólicas, etcétera.
  • En cuanto a la nutrición: “consiste en una dieta hipograsa de aproximadamente 20% de la energía, 10% de los ácidos grasos saturados, 15% de proteínas y 55% de hidrocarbonados, con mayor cantidad de fibra y cereales” (Tanit Huérfano, p. 74). En este sentido, la dieta debe consistir de 1200 a 1400 kcal al día durante 6 meses.
  • Disminuir el consumo de alimentos que aumentan la insulina en la sangre. En este sentido, una dieta baja en carbohidratos ayuda a este propósito.
  • Incorporar ejercicios moderados: estos se deben realizar al menos 30 minutos al día. Por ejemplo, entrenamiento aeróbico (correr, andar en bicicleta, ejercicios de saltos, etcétera).
  • También, el ejercicio de fuerza, o de gimnasio, es útil para ayudar a paliar los efectos adversos que produce el SOP. Sobre todo, las rutinas que contienen ejercicios hipertróficos (que ayudan a ganar masa muscular) como levantamiento de peso muerto, sentadillas con barras, press inclinado con mancuernas y un largo etcétera.
  • El ejercicio tipo Full Body: este tipo de entrenamiento es aquel que involucra todos los músculos en una sesión. Para ello, se seleccionan ejercicios multiarticulares, cómo los que se nombran en el punto anterior.
  • Y por último ejercicios HIIT, qué son los ejercicios interválicos de alta intensidad, excelentes para la quema de calorías por entrenamiento.

Conclusiones

Como vimos hasta aquí, el Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP) es una patología muy frecuente entre las mujeres adultas en edad reproductiva, tanto en México como en el mundo. Ésta afecta distintos aspectos de la salud femenina, como problemas menstruales, cutáneos, obesidad y, también, puede derivar en otras patologías como la diabetes y más. Por esto, además del tratamiento médico que se debe llevar a cabo para tratar dicha enfermedad, es necesario combinarlo con una dieta saludable y un entrenamiento adecuado.

La alimentación tiene que ser hipocalórica, incorporando grasas saludables y carbohidratos de un índice glucémico bajo (incorporando verduras verdes).

El entrenamiento tiene que diseñarse de acuerdo con 3 métodos como los son ejercicio cardiovascular, el ejercicio de fuerza Full Body y el ejercicio HIIT.

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L.N. Antonio González

Director General

Bibliografía

Armas, Rodríguez Robin (2020). Entrenamiento de la mujer con síndrome de ovario poliquístico. España. Universidad de Granada.

Instituto Mexicano del Seguro Social (2010). “Síndrome de ovario poliquístico: evidencias y recomendaciones”, en Guía Práctica Clínica GPC. México. Consultado en https://www.imss.gob.mx/sites/all/statics/guiasclinicas/000GER_OvariosPoliquisticos.pdf   (1 de abril del 2023).

Sir P., Teresa, et., al. (2013). “Síndrome de ovario poliquístico: diagnóstico y manejo”, en Revista médica clínica Las Condes, 24:5. Chile.

Tanit Huérfano, María Ortiz (2016). “Tratamiento no farmacológico del síndrome de ovario poliquístico. Modificación del estilo de vida: ejercicio y nutrición”, en Revista venezolana de Endocrinología y Metabolismo, 76, pp. 74-75.

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